La familia vestida de blanco.

 La familia vestida de blanco (Martina Catalán y Antonia Navarro)

 


Cuando tan solo tenía 10 años junto a mi familia tomamos la decisión de irnos a Pucón por un par de semanas para así por fin poder disfrutar de las vacaciones y conocer nuevos lugares de Chile. Y a todos teníamos todo listo y al fin nos fuimos. Lógicamente cuando alguien va a vacacionar debe tener un lugar donde quedarse a alojar, pero este fue un pequeño detalle que olvidamos. Mis tíos no sabían que hacer, ya se estaba oscureciendo y estábamos todos cansados, desesperadamente comenzaron a buscar un lugar donde pasar al menos las primeras noches, pero estaban casi todos los lugares arrendados, es justo ahí cuando mi tía logra ver un pequeño cartel que decía que tenían cabañas disponibles, de lejos se veía tenebroso, estaba aún más oscuro, se notaba que casi nadie alojaba ahí, pero con la urgencia que llevábamos decidimos quedarnos ahí. Entramos y la verdad no estaba nada mal, era una cabaña grande y fría. Nos comenzaron a asignar las habitaciones para poder dormir, y para mi suerte mi ventana daba hacia un gran cementerio que estaba en un cerro lleno de árboles, no le presté mucha atención porque ya era tarde, teníamos sueño y lo único que queríamos era dormir.

Por fin ya era un nuevo día, junto a mis primos estábamos muy ansiosos porque al fin podríamos salir a jugar y a recorrer. Tomamos desayuno y nos dejaron ir a una plazoleta que estaba al lado de la casa, cuando ya estábamos jugando divisamos que venían dos niños con poleras blancas hacia nosotros, teníamos prohibido hablar con desconocidos, pero ellos querían jugar con nosotros y se veían amigables, traían con ellos una pequeña mochila azul con algunos juguetes los cuales intercambiamos para jugar por otros que teníamos nosotros.

Las horas pasaron y nos tuvimos que ir, nos despedimos de nuestros nuevos amigos y quedamos en que nos volveríamos a juntar para jugar cosa que nunca sucedió, no supimos más de ellos hasta dos semanas más cuando estaba mirando por mi ventana y logré divisarlos a lo lejos, traían la misma ropa con los que nos conocimos, pero lo que me causó inquietud fue que estaban en el cementerio, ¿qué hacían solos ahí?

 

Días después junto a mi familia fuimos a recorrer los lugares cercanos y pasamos por el cementerio, llegamos al mirador que está en la cima y había una pareja joven, ambos vestidos de blanco, los cuales se notaban muy tristes viendo una tumba, al tiempo después se fueron y nosotros de curiosos nos acercamos a ver qué decía la tumba que estaba justo enfrente de nosotros. Ahí fue cuando logramos ver que trataba de una pareja joven al igual que ellos y dos niños pequeños. No le tomamos mucha importancia, porque podían ser amigos o familiares de ellos. Volvimos al lugar donde estaban nuestros padres y les contamos lo sucedido, ellos quedaron asombrados porque nunca vieron a esa pareja llorar en la tumba, de hecho, creían que estábamos solos. Para evitar malos ratos retornamos a la casa y en el camino encontramos algunos juguetes de nuestros amigos los cuales conservamos y guardamos en una bolsita para devolvérselos cuando los viéramos.

 

Los días pasaron, pero no los volvimos a ver, curiosamente los juguetes habían cambiado de lugar, no estaban en donde los habíamos dejado, todos muy extrañados puesto que nadie los había tocado ni movido de su lugar. Nuestros padres decidieron preguntar a quién nos arrendaba la cabaña si acaso ellos habían entrado a la cabaña y habían movido los juguetes de su lugar, pero la respuesta fue "no" y les contaron que antiguamente la casa en la que nos estábamos quedando la pareja junto a los dos niños habitaban ahí y tuvieron un trágico accidente automovilístico una cuadra antes de llegar a su casa y fallecieron. También dijeron que varias personas que se quedaban ahí en las vacaciones veían lo mismo y los describían igual.

 


Comentarios

  1. Interesante historia, la disfruté bastante ya que deja en suspenso varias veces y también coincido con conclusión.

    Valentina Acevedo 3ro Medio B.

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  2. Me llamó la atención el título, encontré interesante la historia y incluso da un poco de miedo.

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  3. Buena historia, algo tétrica y desconcertante pero de igual forma disfruté mucho leerla, me hubiera gustado leer algún argumento que la desmintiera para no quedar con la mala sensación. :(

    -Belén Araya 3ro A

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  4. Una historia bastante interesante e intrigante, pero por Dios, ¿quién en su sano juicio olvida buscar un lugar donde quedarse al momento de salir de vacaciones? Muy perturbador el lugar donde tuvieron que quedarse, pero entre eso y quedarse donde arrienden unos haitianos por $1000, tampoco está del todo mal.
    Regresando al tema referente al texto, disfrute leyéndolo, logró mantener mi interés. Buen trabajo.

    -Bairon Hormazabal 3°C

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